LA GRANDE GUERRA 1915-1918

El coraje y la fuerza de la mujeres  

Bajo el Alto Patronato de la PRESIDENCIA de la REPUBLICA, la ASOCIACION de CULTURA e INVESTIGACION “ZANARDELLI” de Brescia ha promovido una “Jornada de Estudio” sobre el “Coraje y la Fuerza de las MUJERES” en la Grande Guerra 1915-1918 que se tendrá oficialmente el día 24 de abril en la Villa Mazzucchelli de Muzzano (Brescia).

También las Hermanas de la Caridad fueron invitadas para describir, con testimonios, artículos y entrevistas, lo operado por las Hermanas que han afrontado peligros y adversidad de toda clase, dando lo mejor de sí mismas, para curar a los soldados heridos, en los hospitales de campo, en las naves y en los trenes hospital.

Al inicio de la Primera Guerra Mundial, la Superiora General, Madre Ildegarde Zmiglio, reclutó hermanas de todas partes para los trenes-Hospital del Soberano Orden de Malta. E una carta circular del 6 de mayo de 1915, había escrito: “Mis queridas hijas, los días que transcurrimos son peligrosos: las guerras, los terremotos, las inundaciones se abaten sobre la tierra, ya impregnada de sangre y lágrimas… Si mis ocupaciones no me lo prohibieran, sería feliz de correr en medio a ustedes… Este tipo de servicio las lleva a vivir continuamente entre los muertos y los moribundos, muéstrense dignas de su vocación…”

El telegrama n. 442 –Roma-Ministerio de la Guerra- anunciaba a la Superiora General, que “Las Hermanas cruzadas” partirían “de Milán-sábado 2 septiembre, a las siete horas.”

El 23 de agosto la buena Madre llegaría a Milán donde se encontraban cuatro trenes-Hospital destinados al frente occidental: “Ella quería volver a abrazar a sus dieciséis hijas, antes de su partida sobre la línea de hierro y del fuego de los campos de batalla y de las trincheras…” (morirá, la buena Madre, después de un improviso malestar, aquella misma noche, quizá pensando a las 68 hermanas que murieron en los Hospitales de campo durante la primera Guerra de Independencia…?!)

Los trenes hacían de lanzadera entre las inmediatas retro vías de los frentes de batalla y los Hospitales del interior donde las Hermanas podían encontrar a otras Hermanas listas para sustituirlas… Una de estas Hermanas que por dos años quedó en su puesto fue la Hna. Vincenza Giussani que fue premiada con la medalla de oro. Las otras Hermanas de la Caridad daban su contribución de sufrimiento y de fatigas trabajando en los varios Hospitales de Turín, Novara, Busto Arsizio, Savigliano (CV) Vercelli, Varese, Alessandria, transformados por necesidad en Hospitales Militares…

Otras tres “medallas de oro” nos recuerdan el trabajo indefenso y el heroísmo de tres hermanas nuestras: Hna. Lucia Borroni, Hna.  Maria Rosa Gario y la Hna. Agata Sozzi que prestaron servicio, por más de cuarenta años, en el Hospital Militar de Alessandria, transformado, durante la primera Guerra Mundial, sede central de toda la organización terapéutica, farmacéutica y de aprovisionamiento de los 300 hospitales sucursales.

Pero, ¿cuántos fueron los muertos? ¿Cuántos los heridos? Los han curado, sin contarlos nunca, las Hermanas de la Caridad!

De ellas fue escrito: “Trabajaban de día, sin miedo al rugido de los cañones, velaban de noche y forman con su dignidad y actitud caritativa, la admiración de todos… ”

El 2 de septiembre de 1915 desde Milán partían los cuatro trenes-hospital en los cuales se encontraban 16 Hermanas, la madre les escribió: “Si mis ocupaciones non lo me prohibiesen, sería feliz de correr en medio a ustedes… El mundo podrá apreciar su celo y su caridad per las personas del mundo no podrán nunca comprender el bien espiritual que podrán hacer… No les espanten los sacrificios que esta Misión pide de ustedes, cúmplanla como dignas esposas de un Dios Crucificado, sin escuchar la naturaleza… Este tipo de servicio las lleva a vivir continuamente entre los muertos y moribundos, muéstrense dignas de la su vocación!”

Las otras Hermanas daban su contribución de sufrimiento y de fatigas, trabajando, en trinchera, en los varios hospitales de Turín, Novara, Varese, Busto Arsizio, Alessandria, Savigliano, Vercelli etc, que se transformaron por necesidad en Hospitales Militares. Y así, hasta el final de la guerra.

Sr Maria Grazia Traverso