El año 2025 es un hito importante para la Congregación de la Misión, que celebra su 400º aniversario, coincidiendo con el Año Santo de la Esperanza.

Este doble jubileo, rico en espiritualidad y renovación, representa una oportunidad única para que los misioneros vicentinos se revistan del Espíritu de Cristo y emprendan una peregrinación de esperanza.

París fue el centro de la celebración: del 28 al 30 de abril de 2025, un Triduo especial reunió a los miembros de la Congregación de todo el mundo, en un espíritu de acción de gracias, renovación y compromiso.

Con celebraciones litúrgicas, reflexiones y encuentros comunitarios, el Triduo invitó a los participantes a profundizar en el carisma de San Vicente de Paúl y a redescubrir la llamada siempre actual a evangelizar a los pobres y a formar al clero.

Esta celebración de tres días ha honrado el legado de cuatro siglos de servicio y mira con esperanza al futuro de la Misión.

«Toquemos las heridas del mundo con profundo respeto, para poner en ellas un bálsamo de esperanza».

Monseñor José Vicente Nácher Tatay, CM

El 1 de mayo, en la iglesia de San Eustaquio de París, en presencia de numerosos fieles y de la Familia Vicenciana de Francia, el obispo auxiliar monseñor Emmanuel Tois presidió la solemne concelebración eucarística de clausura del Jubileo: junto al obispo concelebraron más de 20 arzobispos y obispos y 150 misioneros vicencianos procedentes de diferentes países.

«Ha sido un tiempo de gracia. Este aniversario no es solo memoria, es impulso. Nos recuerda quiénes somos y hacia dónde queremos seguir caminando», declaró al final de la misa el padre Tomaž Mavrič, superior general de la Congregación de la Misión.