También la Superiora General, Hermana María Rosa, y toda la comunidad de Nápoles, Regina Coeli, participaron en el Santo Rosario por la paz presidido por el cardenal de la diócesis de Nápoles, monseñor Domenico Battaglia, adhiriéndose al llamamiento del papa León XVI, que quiso dedicar el viernes 22 de agosto de 2025 al ayuno y a la oración por la paz.

La oración se celebró en el Monasterio de las Clarisas Capuchinas «Trentatré», en la calle Pisanelli 8, en Nápoles.

El Santo Padre recordó que, mientras la Tierra Santa, Ucrania y muchas otras regiones del mundo siguen heridas por la guerra, los fieles están llamados a «suplicar al Señor que nos conceda la paz y la justicia y que seque las lágrimas de los que sufren».

En los últimos días, el arzobispo cardenal Battaglia había lanzado un emotivo llamamiento:

«Convertid los planes de batalla en planes de siembra, los discursos de poder en discursos de cuidado. Sentaos junto a las madres que rebuscan entre los escombros para salvar un peluche: descubriréis que la estrategia suprema es impedir que un niño pierda su infancia».

La oración no solo fue un momento de intensa espiritualidad, sino también un signo concreto de esperanza y comunión universal, confiando a María, Reina de la Paz, el grito de quienes piden justicia y reconciliación.