Soy la hermana Bénédicte, Hermana de la Caridad, responsable de las niñas del Hogar de Bouar en la República Centroafricana.

La vida cotidiana

Tenemos 13 niñas procedentes de diferentes rincones de Bouar. Las aceptamos en el Hogar a partir de 6º curso y más. Las acogemos en el Hogar para darles la oportunidad de estudiar, ya que la mayoría no tiene acceso a la escuela secundaria o al instituto para continuar sus estudios. Las formamos no solo intelectualmente, sino también humana, espiritual y moralmente. Como hizo nuestra madre santa Juana Antida con estas primeras niñas, así orientamos a nuestras niñas del Hogar.

La vida de fe

Cada noche rezamos las vísperas juntas. Las completas a las 20:45. Todos los miércoles tenemos misa a las 18:00. Todos los jueves participamos en la adoración en la parroquia y los sábados en el hogar, seguida de vísperas. De vez en cuando compartimos el Evangelio en lugar de la adoración para ayudarles a reflexionar y expresarse. También tenemos momentos de recogimiento. Antes de empezar el año tuvimos el retiro. Para entrar en el tiempo de Adviento y Cuaresma también tuvimos el retiro.

La vida de la parroquia

Las chicas participan en diferentes movimientos y grupos de la parroquia, a saber: grupo de lectura, Amigos de Juana de Arco, Jóvenes Estudiantes Cristianos, Grupo Vocacional.

También tenemos horas de manualidades, a saber: jardín, bordado, bolsos hechos con cuentas y rosario…

El reto educativo

También tenemos bastantes dificultades que nos gustaría compartir con ustedes. Los animales callejeros, especialmente los cabritos, entran y pastan por todo el jardín. La dificultad de respetar la prohibición de usar el teléfono en el hogar para concentrarse en los estudios y la falta de educación básica dificultan un poco la formación de las niñas en el hogar.

La relación educativa con las niñas es, por lo tanto, exigente, porque nosotras, las hermanas, seguimos a las niñas en cada momento de su día, posicionándonos como punto de referencia para su vida en común, su trayectoria escolar, sus necesidades personales. Demos gracias a Dios por esta oportunidad de participar en la pasión educativa de Dios mismo.