Después de haber dedicado tiempo para informados sobre algunos aspectos de la realidad de la iglesia y el mundo con la ayuda de especialistas, hoy iniciamos juntas una nueva etapa del capítulo volviendo nuestra mirada hacia EL CAMINO DE LA CONGREGACION.

Comenzamos invocando juntas al Espíritu, para que como María guardemos todo en el corazón (Lc. 2,16) y hagamos de esta escucha esa sabiduría que sabe discernir y sacar lo bueno porque es lo que abunda en su interior (Lc 6,45).

La Hna Nicla, nuestra animadora, nos recuerda que estamos aquí para discernir y tomar las decisiones que hagan avanzar a mar profundo la barca de la Congregación, dejando atrás los puertos seguros de lo conocido, seguras de que quien está en el timón es el Señor.

Este discernimiento que provoca movimiento, para salir al encuentro del Espíritu que viene, requiere de una escucha crítica y de la consciencia de ser sujetos responsables del cambio. La escucha critica nos ayuda a leer lo compartida prestando atención a como cada una de las cosas reflejan el evangelio, hacen progresar lo humano de cada uno de los participantes, son expresión del carisma hoy, se relaciona con otros y manifiestan un modelo evangélico de gobierno.

Iniciamos el viaje por Europa, escuchando a las Provincias de Besancon-Savoia y Euro-mediterránea que se encuentran en proceso de unificación y que nos compartieron como su dolor por la pérdida de tantas hermanas en la pandemia, el cierre de casas,  los esfuerzos para la adecuación a las leyes, etc, se vuelven semillas de esperanza en nuevos servicios, en espacios de formación internacionales, en los proyectos de espiritualidad  en los lugares significativos de la Congregación.

Pasamos después al continente africano tan desbastado por las guerras y las inestabilidades políticas además de la pandemia. La provincia del Oriente y del África central comparten sus sufrimientos y algunos de los momentos de mayor preocupación por la vida misma de las hermanas y de las comunidades que estas acompañan en medio de bombardeos y saqueos. Les agradecemos por su ejemplo de resiliencia sapiencial al servicio de los pobres. Con ellas queremos decir: Estamos frágiles, pero no desanimadas… Aquí estamos Señor«.

Después del almuerzo dimos un salto del otro lado del océano y escuchamos la relación de la Provincia de América Latina y U.S.A. que partiendo de los evangelios de Betania supieron rescatar las ataduras que no las dejan caminar, como el achicamiento del número de las hermanas por partidas a la Casa del Padre o regreso a su patria natal, y supieron rescatar la fuerza de la comunión y la creatividad y la iniciativa con que han enfrentado la Pandemia.

Otro salto y llegamos al Asia. Pakistán y India, Indonesia y el Sudeste Asiático (Laos y Vietnam). Jóvenes presencias de nuestra congregación, vida en ebullición, el desafío de la formación. Pueden que nos digan como a Sta Juana Antida «son muy jóvenes las hermanas» pero con serenidad y confianza en el Señor están enraizando el carisma en sus culturas y se abren a compartir con corazón universal.

¡Juntas te damos gracias Señor por todo lo que has hecho en nosotras y con nosotras!