La Red Mundial de Religiosas y las Hermanas de la Caridad están sobre el terreno «para hacer su parte» en favor de la salvaguarda del planeta Tierra, nuestro único hogar, y del respeto de sus recursos medioambientales, en un contexto cada vez más caracterizado por la emergencia climática. Los primeros en pagar el precio son los últimos habitantes de la Tierra.

Qué es el Día de la Tierra

El primer Día de la Tierra se celebró el 22 de abril de 1970, tras el desastre medioambiental provocado por el vertido del pozo de Union Oil frente a Santa Bárbara (California). El senador Nelson Gaylord -inspirado por las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam- decidió que había llegado el momento de establecer un Día para debatir cuestiones medioambientales con los políticos y sensibilizar a la opinión pública. El CBD News cubrió el evento con un reportaje titulado «Día de la Tierra: una cuestión de supervivencia«. Desde entonces, la participación en este evento ha crecido hasta superar los 190 países.

El tema de 2023: Haz tu parte

EarthDay.org, coordinador mundial del Día de la Tierra, ha elegido el tema «Invertir en nuestro planeta» para concienciar sobre la importancia de que «cada uno haga su parte«: particulares, empresas, gobiernos, comercios e instituciones religiosas.

El papel de las religiosas en todo el mundo

La organización reúne a más de 1.900 superioras generales en 97 países, que representan a más de 600.000 hermanas en todo el mundo. Las religiosas católicas forman parte de un movimiento mundial comprometido con la promoción de soluciones concretas para apoyar y empoderar a las personas vulnerables afectadas por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la degradación del medio ambiente.

A nivel global, la Unión Internacional de Superioras Generales – Uisg – incluye el trabajo para implementar las conclusiones de Cop27 y Cop15. Como constructoras de puentes, las hermanas llaman la atención de todos sobre nuestra humanidad común, para caminar hacia un futuro seguro, justo y pacífico para todos y toda la Creación.

Las Hermanas de la Caridad también desempeñan su papel

A través de nuestra presencia en 30 países de todo el mundo, nos preocupamos por sensibilizar a las comunidades en las que estamos implantados, para que tomen conciencia de la importancia de respetar el medio ambiente en el que todos vivimos.

También existe un fuerte compromiso en las comunidades locales para vigilar nuestra huella en la Creación. Tenemos el deber de cuidar la Tierra, de velar por que sus recursos se compartan equitativamente y no unos pocos abusen de ellos.

Con el Capítulo General de 2021, hemos asumido consciente y operativamente la llamada del Papa Francisco a responder al clamor de la Tierra y de los pobres, a promover una economía ecológica, a adoptar estilos de vida sostenibles, a implicar a la comunidad mediante una participación activa.

En la línea de la encíclica Laudato Si’, también a partir de las Actas del Capítulo General, tenemos una fructífera colaboración con el Movimiento Laudato Si’.

Todas las personas, independientemente de su etnia, sexo, renta u origen geográfico
tienen derecho a un medio ambiente sano, equitativo y sostenible».
– Gaylord Nelson –
ARGENTINA - Un pequeño aporte del Colegio Santa Marta, Colon - Buenos Aires