Partiendo del paradigma que planteaba el profeta Jeremías «deténganse en el camino y vean. Infórmense sobre los senderos del pasado, cual es el camino bueno y anden por él y encontraran paz para sus almas» (Jer 6,16) la Hna Nicla nos ha ayudado a pensarnos como

hermanas de la Caridad
reunidas en sínodo capitular en el corazón de la iglesia
llanadas a escudriñar los horizontes,
discernir con la ayuda del Espíritu Santo
para proceder a elegir juntas, con mirada iluminada y purificada
aquello que es fruto de la esperanza de una gracia nacida de la oscuridad de este tiempo.

Para estar a altura de san Vicente y santa Juana Antida que supieron escuchar las necesidades de su época y dejarse incomodar por el evangelio gestando así una respuesta nueva después de este día de reflexión conjunta sentimos en nuestro corazón un agradecimiento total al Señor que nos has invitado a vivir esta experiencia de fraternidad, humanidad, fe, carisma, interculturalidad, intergeneracionalidad e iglesia al seguimiento de Cristo.

Y en nuestro ser Hermanas de la Caridad una invitación a reconocer lo que bloquea nuestro camino y liberarnos para poder celebrar este encuentro, discernir y tomar decisiones compartidas y ser cada vez más una comunidad mundial capaz de escuchar, salir, esperar, amar y servir.