La hermana Antida B. y la hermana Rosa S. han pasado su vida en la RCA y el Chad respectivamente. Escuchamos su testimonio sobre la presencia de misioneras y misioneros en esta tierra de seis millones de habitantes, entre las más pobres del mundo.

Sin embargo, la RCA es un país de extraordinaria y rara belleza natural y maravillosa fauna y flora. Dispone de discretos recursos forestales, con una gran riqueza de maderas preciosas como la caoba y el ébano, e igualmente de recursos mineros: diamantes y uranio sobre todo. Pero la persistente inestabilidad política, las malas vías de comunicación y las adversidades climáticas, especialmente la sequía, condenan a la población a la pobreza. Desde 2012, los problemas políticos y la guerra civil han hecho que el país esté completamente vedado a los viajeros por motivos de seguridad, y todos los gobiernos occidentales han desaconsejado cualquier visita.

A pesar de estas dificultades, en las ciudades de Banguì, Bocaranga, Bohong Bouar, se extiende la «tienda» de la vocación cristiana, en sus diversas expresiones de consagración.

La hermana Rosa y la hermana Antida nos hablan de la presencia viva y constante de las Hermanas de la Caridad en el seno de las comunidades de la República Centroafricana, un acompañamiento que se desarrolla en diferentes ámbitos que van desde la formación hasta la acogida de los más desfavorecidos.

En su relato de la presencia de las Hermanas de la Caridad en la RCA, tanto la Hermana Antida como la Hermana Rosa insisten en el importante arraigo de las Hermanas en el tejido social.

Educación

Uno de los principales compromisos de las Hermanas de la Caridad en este territorio es en el campo de la educación. Hay escuelas en Bocaranga, Bohong y Bouar, mientras que en Bangui se ha comprado un terreno con el deseo de levantar un edificio escolar adicional. En cada escuela, los niños cursan desde el jardín de infancia hasta el bachillerato.

La gran importancia concedida a la calidad de la enseñanza está garantizada por clases con menos de 30 alumnos y la cuidadosa formación de los profesores.

Para facilitar el acceso a los cursos universitarios, los institutos están flanqueados por «foyers» femeninos, residencias de estudiantes que acogen a mujeres jóvenes de zonas aisladas para que puedan asistir a clase. Las alumnas gestionan sus periodos de estudio y de trabajo de forma autónoma. La decisión de abrir estos lugares para chicas viene dictada por la situación social, que desfavorece a las jóvenes en comparación con los estudiantes varones.

Las jóvenes universitarias disponen de espacios constantes de formación humana y espiritual, incluido un mes de prácticas, en las que participan activa y provechosamente.

La riqueza de estos «vestíbulos» para las estudiantes consiste en compartir algunos lugares, como el patio, con la comunidad de las Hermanas de la Caridad. Los eventos comunitarios para cumpleaños, fiestas de graduación, aniversarios de la congregación o de las hermanas son frecuentes y apreciados

Dispensario

A nivel sanitario, en Bohong funciona un dispensario que presta atención primaria. En las demás localidades no hay necesidad inmediata de este servicio debido a la presencia de hospitales, mientras que en Bohong el hospital está demasiado lejos para la población local. Aquí, las hermanas enfermeras colaboran con el personal local.

Servicio en prisiones

La comunidad de Bocaranga proporciona un turno semanal para preparar la comida de los internos. También se proporcionan medicamentos y otros servicios básicos.

Con los pobres

Uno de los servicios más presentes es la ayuda a domicilio a las personas más frágiles. En cada visita se intenta comprender qué es lo que más se necesita, cuáles son las primeras necesidades que luego se hacen imprescindibles, cuando la persona no puede moverse y necesita cuidados.

Pastoral Parroquial

Presencia viva en las distintas comunidades y en el tejido social, las Hermanas de la Caridad se ponen también a disposición de las parroquias. Los servicios son múltiples, desde la catequesis para adultos hasta la catequesis para niños, pasando por la preparación a los sacramentos.

Tierra de vocaciones

De hecho, numerosas vocaciones a la vida consagrada, fruto de la llamada del Señor, han brotado de los foyers femeninos. Los encuentros formativos acompañan a las jóvenes en su profundización vocacional.

La hermana Antida nos cuenta que las etapas formativas, de un mes de duración, durante las cuales las chicas son atendidas por las hermanas, han llevado también a numerosas chicas a la maduración de su vocación personal.

Son frutos preciosos, nacidos de la formación y del ejemplo, pero sobre todo del reconocimiento y de la aceptación de un don que hay que cultivar y renovar con ímpetu siempre nuevo.

Agradecemos a la hermana Antida y a la hermana Rosa su precioso testimonio y deseamos una buena misión a todas las Hermanas de la Caridad presentes en la República Centroafricana.

Para escuchar el podcast de UbiCasT – Hermana Elvira Tutolo – en África Central al servicio de los más jóvenes, haga clic aquí.